La luz y las plantas o luminosidad como factor limitante en el diseño de los bosques comestibles:
La intensidad de los rayos solares y la duración de los días son factores que influyen decisivamente en el desarrollo de las plantas. Ya sea en el crecimiento de tallos y hojas, o en la maduración de los frutos así como en el inicio de la floración.
La Luz y su influencia en el crecimiento de las Plantas:
Las plantas extraen la energía necesaria de la luz para llevar a cabo sus procesos vitales y es tan importante que sin ella son incapaces de desarrollarse.
En términos generales, es necesario considerar que cualquier elemento que produzca sombra en el huerto es contraproducente para la obtención de una buena cosecha.
Los árboles de sombra por descontado han de ser evitados por regla General. Al menos en las zonas dónde pensamos cultivar tendremos que tener en cuenta reducir su densidad. Debemos valorar su porte final para estructurar de manera adecuada el futro de nuestro Bosque Comestible.
Si no disponemos de suficiente espacio y queremos cultivar hortalizas habremos de orientar los bancales y surcos hacia el sur. En ella el sol está presente mayor número de horas.
La Luz y los árboles:
Los frutales deben estar situados normalmente en los límites del huerto. Dejando suficiente espacio para el resto de estratos de nuestro bosque comestible.
Todo este planteamiento depende al mismo tiempo del clima de la zona ya que la radiación del sol influye de manera directa en el aumento de la temperatura y en la evaporación del agua.
En el caso concreto de un lugar excesivamente caluroso, donde las temperaturas suben demasiado, puede ser necesaria la sombra. Al menos durante las horas del mediodía.
A tal efecto es conveniente que instalemos una cubierta ligera.
Aunque lo ideal es plantear desde el principio una plantación lógica. Con vegetales de porte arboreo y/o arbustivo qué protejan otros cultivos más delicados de los efectos negativos de la climatología del lugar.
Rueda solar:
Es importante a la hora de Diseñar una Reforestación estudiar y tomar nota de una serie de datos esenciales para una buena planificación.
Conocer las Temperaturas máximas y mínimas anuales. Y no sólo del último año, es importante contar con una serie que se remonte al menos 15 o 20 años atrás.
Tener una idea de los horarios de salida y puesta del Sol durante las distintas épocas del año es otro factor decisivo.
El número de heladas, nevadas, temporales, etc. Con todos esos datos hacernos una rueda en la que sabiendo la orientación de la parcela podamos ubicar cada planta.
La idea es basicamente sombrear en Verano y solear en Invierno. Proteger de los vientos dominantes y que unas plantas protejan a otras sin llegar a estorbarse.
Además de la Luz, a nuestro Bosque le afecta: