El proceso previo de observación o como yo digo leer la tierra, es fundamental e imprescindible antes de iniciar el diseño de un bosque comestible. Aquí van algunas cosas a tener en cuenta:
ANTES DE DISEÑAR EL BOSQUE COMESTIBLE DE «LAS SABINAS»
VAMOS A LEER LA TIERRA
Lo primero que llama la atención de la parcela es su paisajismo es el alto grado de erosión, lavado de nutrientes, escorrentías y deforestación. El color y el estudio del suelo siguiendo unos métodos de los que ya hablaremos, nos indica una textura muy arcillosa con abundante Yeso.
Exceptuando algunas zonas en la vegetación rastrera ha empezado a re colonizar el lugar, es evidente la carencia de nutrientes y problemas estructurales que presenta.
Si añadimos su Exposición Sur-Este, hemos de tener en cuenta que con toda seguridad, el terreno está sometido a una fortísima insolación en Verano y al ajetreo que suponen en esta zona los fuertes vientos de Levante.
Está parcialmente abancalada en su parte superior, aunque el «pico inferior derecho de uno de los muros de piedra del segundo bancal se encuentra en malas condiciones con alguna piedras que se han movido y hacen peligrar esta sección del muro con el consiguiente riesgo de que rueden estas enormes piedras.
Lo primero que hice fue cortar unos esquejes de Madreselva y «pincharlos» por la base de este muro con la esperanza de que lloviera en los próximos días. Tras cubrir las delicadas plantas con unas ramas continuamos el paseo.
Existe en la mitad de la bajada un pozo de obra con unos 12000 litros de capacidad que recoge el agua sobrante del pozo de un vecino.
El agua se presenta inicialmente como un factor limitante aunque ya tengo en mente un par de ideas.
Micra nos indica cuando se lo pedimos dónde No hay cruces Harmman cosa que me gusta tener en cuenta.
No puede resistirme a desmamonar algunos olivos y Acebuches para echarles una manita y de paso utilizar el forraje para colocarlo en algunas «grietas».
Poco a poco, iremos elaborándo el inventario de todo cuanto existe en la parcela y definiremos bien nuestras prioridades para elaborar un buen diseño que demuestre que aunque aparentemente el lugar es un «desastre» en un par de años o tres podremos transformarlo y lograr que éste mismo paseo resulte un verdadero placer que ademas nos proporcione alimentos, alegría y que aumente la fauna en el lugar
Tras un vistacillo a Google Earth, ahora sabemos que la puerta de la finca está a exactamente 200 metros sobre el nivel del mar, presentando 8-10 metros de desnivel respecto al punto más bajo. Sabemos también que en ésta zona podemos esperar precipitaciones anuales en torno a los 800-1200 mm.
No cabe tampoco esperar más de 5-10 días de heladas, aunque el termómetro rara vez baja de 1 o 2 grados bajo cero.
LOS CAMINOS DEL AGUA
Con los datos obtenidos sobre el terreno y el reportaje de fotos, iremos elaborando un Plan para determinar los caminos del agua y el viento. ¿Qué haremos con el muro, con las muchas piedras del terreno. Cómo gestionaremos el agua? Habrá que decidir qué construcciones, maquinarias y otros elementos necesitaremos para lograr nuestros objetivos y programar una serie de talleres para ir haciéndo realidad entre todos el Bosque Comestible de las Sabinas.
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