El Riego de Plantas y La humedad en los Bosques Comestibles

El riego de plantas es a veces necesario y como tal, no conviene hacerlo sin saber algunas cosas importantes al respecto. Aquí vamos a contarte la más importantes.

Riegos de Plantas, Bosques de Alimentos
El riego de plantas en un Bosque de Alimentos es no tener que regar, pero nos vemos obligados a hacerlo

La humedad como factores limitantes en el diseño de los bosques comestibles.

Aunque la tendencia de un buen diseño de Bosque de Alimentos es no tener que regar!, a veces, nos vemos obligados a hacerlo en determinadas zonas, bancales o eras y conviene saber algunas cosas al respecto.

Los ambientes húmedos son muy favorables y beneficiosos para el desarrollo de las hortalizas. Desminuyen la evaporación y contribuyen a que las hojas y tallos se mantengan lustrosos y puedan realizar el intercambio gaseoso sin miedo a perder agua a través  de las hojas.

En las regiones húmedas la lluvia ofrece una ayuda inestimable al horticultor autosuficiente evitando en muchos casos la práctica la práctica continua de riegos.

Beneficios que aporta la humedad

Los beneficios qué aporta el agua a los vegetales son considerables haciéndose más patentes cuando por su escasez las plantas sufren irreversibles trastornos.
Los climas secos representan un grave problema para la horticultura y ante tal situación es preciso adoptar medidas que rentabilicen al máximo el agua disponible. En estos casos se debe elegir la zona de la parcela más protegida contra el sol intenso del mediodía y que no sufra directamente la acción del viento que seca la capa superficial del suelo.

Del mismo modo tendrá que realizar el riego en los momentos en que el sol no esté presente principalmente al atardecer y por la noche.

Cómo Mojar las Plantas en el Riego
Mojar las Plantas en el Riego: Si solo mojamos un poco la parte superficial de la tierra, ese agua no se aprovechará nunca por las raíces y se evapora fácilmente.

¡Para regar hay que mojar!

A veces, por miedo a gastar más agua de la cuenta, por desconocimiento o por falta de tiempo, nos limitamos a dar un riego superficial y eso no es suficiente.

Es preferible distanciar n poco más los riegos y mojar bien para que la infiltración del agua pueda llegar a las raíces y no quedarse solo en la superficie. Si lo hacemos así, las plantas pueden ir absorviéndo agua poco a poco. De lo contrario, si solo mojamos un poco la parte superficial de la tierra, ese agua no se aprovechará nunca por las raíces y posiblemente se evapore antes de llegar a ellas.

Además, un riego superficial, propicia la aparición de costras que endurecen el suelo en su parte de arriba y la evaporación es mayor.

Otro factor decisivo, además de regar sólo cando las plantas lo necesitan es NO PISAR NUNCA EL TERRENO REGADO!.

iMPORTANTE TAMBIÉN ES LA REGULARIDAD EN EL RIEGO!

De nada vale hartar de agua a nuestras plantas cuando luego vamos a dejar que vuelvan a secarse en exceso para volver a dar un sper-riego transcurridos más días de la cuenta. Un ejemplo muy frecuente es el de las cucurbitáceas:

A veces, dejamos sin regar calabazas, melones o sandías algunos días y, tal vez aparentemente no les perjudica. Volvemos a hacerlo cuando las hojas ya presentan síntomas de flacidez. Pero ya es demasiado tarde. Resulta que llegado ese punto, estos vegetales ya han ido «tirándo» de sus reservas y cuando volvemos a proporcionarles agua, es tal su avidez que la absorben sin mesura y aparecen las típicas grietas y rajas que tanto las afean. Son además una puerta de entrada a otros problemas de hongos, insectos y demás que no queremos tener.

Por eso establecer una buena frecuencia de riego es fundamental, como siempre en nuestro cultivo existe un punto de equilibrio que debemos encontrar mediante la observación y en base a la experiencia.

Cada cuanto hay que regar

Determinar la frecuencia de riego, viene determinado por varios factores. Entre ellos es fundamental saber el tiempo que tarda en secarse la tierra de nuestro huerto. 

Es obvio que necesitamos conocer el tipo de suelo, su porosidad, si existe bajo el mismo algún problema del tipo de la suela de labor, cantidad de agua disponible, etc….

El tipo de vegetación silvestre, puede orientarte para saber cómo es el sustrato y sus diferentes capas.

 Este último factor, determinará cual de los actuales sistemas de riego  se adapta mejor a tus necesidades o simplemente, es el más apropiado para cada huerto, balcón, terraza o patio.

Encharcamientos de las Plantas por el Riego
Encharcamientos de las Plantas por el Riego evitan la oxigenación radicular

Humedad sí, pero no encharcamiento

Habitualmente regamos por necesidad, y si existe tal es por que el ambiente es seco. El sol, calor excesivo, viento o poca cobertura son los principales motivos para qe terminemos regando una planta.

Pero esos mismos factores son los que propician la aparición de distintas enfermedades fúngicas si no elegimos bien cuando y cómo hacerlo.

Además, aunque hay plantas que toleran cierto grado de encharcamiento, a la mayoría les viene fatal ya que impide una correcta oxigenación radicular.

A cada planta su riego:

A la hora de planificar el riego de plantas, es crucial tener claro las necesidades de cada una. No tiene sentido poner por ejemplo un cáctus junto a una tomatera!. Es evidente que no necesitan lo mismo y por exceso o defecto siempre habrá una «incómoda» o enferma.

Lo mismo es aplicable para los árboles y cualquiera de los elementos que integren nuestro Bosqe de Alimentos, Huerta o incluso las macetas de balcones y terrazas.

¿Cual es el mejor momento para regar?

Regar durante la horas de máximo calor es una tontería además de una temeridad. El agua se evaporará mucho más rápido por lo que la estaremos desperdiciando. Las mejores horas para regar son sin duda al atardecer ya que el suelo tendrá toda la noche para absorverla y las plantas menos estrés para ir asimilándola.

Otra cosa esencial a la hora de regar las plantas es el Cómo hacerlo. Como hemos dicho antes, el agua y el calor sirven para cultivar plantas, pero también hongos!. Por eso, es preferible evitar los riegos por aspersión en general, especialmente durante todo el verano. Como mucho unos microaspersores aunque, lo ideal sería instalar goteos para un máximo aprovechamiento del agua.

Optimizar el riego de plantas

El agua es un recurso cada vez más escaso y valioso. Máxime en los Bosques Comestibles Mediterráneos por lo que sectorizar y tener unos buenos programadores de riego en función de la presión del agua es esencial para su correcta gestión.

Ya hablaremos más pormenorizadamente de los tubos y programadores de riego, pero como base creo que te haces una idea ¿no?.

Recuerda compartir esta importante información y mantenerte en contacto suscribiéndote a nuestras publicaciones. Gracias por visitarnos y ¡Seguimos Plantándo!

Además de sobre el riego de las plantas, en bosquescomestibles.es te hablamos de:

Ciclo del Carbono

El Ciclo del Carbono (CO2), es un ciclo biogeoquímico por el cual el carbono se intercambia entre la biosfera, la litosfera, la hidrosfera y la atmósfera de la Tierra. Los conocimientos sobre esta circulación de carbono posibilitan apreciar la intervención humana en el clima y sus efectos sobre el cambio climático.

Ciclo de Carbono
El ciclo del carbono es un ciclo biogeoquímico

El carbono (C) es uno de los elementos más abundantes, trás el hidrógeno, el Helio y el oxígeno (O). Pero es sin duda, el más crucial para la vida.

La presencia del Carbono

Existen dos formas en la que este elemento está presente en la tierra:

La forma orgánica (presente en los organismos vivos y muertos, y en los descompuestos) y otra forma inorgánica (presente en las rocas).

El ciclo del carbono necesita  que descomponedores metabolicos presentes en los compuestos orgánicos de organismos muertos  agreguen nuevas cantidades de CO2 al ambiente. Debe añadirse la gran cantidad que llega a la atmósfera como producto de la actividad geológica de volcánes, de la erosión de las rocas  y quema de combustibles fósiles por parte del hombre.

Forma parte de los mares, el aire, las rocas, el suelo y cualquier ser vivo.

El Carbono y las Plantas
Ciclo de Carbono y las plantas: el Dióxido de carbono se extrae del ambiente y es transformado en alimento.

El carbono y las plantas

En nuestra atmósfera, se combina con oxígeno en un gas llamado Dióxido de carbono.  Junto al Sol, mediante la fotosíntesis, el Dióxido de carbono se extrae del ambiente y es transformado en alimento.

El carbono es parte de los océanos, aire, rocas, suelos y seres vivos. El carbón no permanece en un mismo lugar, siempre está en movimiento.

El carbono y los animales

Mediante las cadenas tróficas, el carbono de las plantas circula hacia los animales herbívoros. Otros animales que se alimentan de ellos también obtienen el carbono.

 

2 formas del ciclo del carbono

El ciclo del carbono en la naturaleza circula desde las plantas y los animales al suelo

Cuando mueren, sus cuerpos, madera y hojas se descomponen e incorporan al suelo. Parte de las materias descompuestas quedan enterradas y tras millones de años, se convierten en combustibles fósiles.

De los seres vivos hacia la atmósfera

Cada vez que respiramos, liberamos CO2 a la atmósfera. Fauna y Flora se deshacen del gas de carbono mediante el proceso.

El carbono del los combustible del que hablamos va a la atmósfera cuando es quemado. Cuando quemamos esos combustibles para dar energía, la mayoría del carbón penetra la atmósfera rapidamente en forma de dióxido de carbono.

Cada año, se liberan a la atmósfera cinco mil quinientos millones de toneladas de carbono son liberadas de este modo.  Unos 3.300 mil millones  van a la atmósfera, y casi todo del resto se disuelve en los mares y Océanos.

El carbono circula de la atmósfera a los Mares

Los océanos y otros cuerpos de agua absorben parte del carbono de la atmósfera y los animales marinos lo usan para crear el material de sus esqueletos, conchas o caparazones.

El Dióxido de Carbono es un gas que atrapa al calor que hay en atmósfera. Sin este y otros gases, la Tierra sería un lugar congelado. Pero hemos quemado tantos combustibles que hoy día hay un 35-40% más CO2 en el aire que hace 150 años.

Según los datos obtenidos del hielo, nuestra atmósfera no contenia una cantidad semejante de carbono desde hace  425 000 años. El aumento de estos  gases de invernadero en la atmósfera, está haciendo que nuestro planeta se caliente.

También se mueve por nuestro planeta por el desgaste de las rocas en tierra que puede añadirlo al agua superficial, que puede entonces arrastrarlo al océano.

Luego, es removido del agua salada cuando las conchas y huesos de los animales marinos y plancton lo fijan en el fondo del mar. Esas conchas están hechas de caliza, que contienen en buena parte carbono. Cuando se depositan en el fondo es almacenado fuera del ciclo por grandes períodos de tiempo.El carbono puede al fin ser liberado de nuevo a la atmósfera cuando la caliza se va deshaciéndo fruto de los procesos naturales de erosión, tanto físicos como químicos.

¿Quieres Reducir tu Huella de Carbono o la de tu Empresa?

Además del Ciclo del Carbono, puede interesarte:

 

La temperatura en el bosque comestible

La temperatura es uno de los factores que indiscutiblemente más influye sobre los vegetales. Ya que determina en la mayoría de los casos la germinación de las semillas y el periodo favorable de crecimiento de los ejemplares de cada especie.

El frío y las plantas:

Como es lógico las temperaturas extremas son las causantes de los daños que sufren las cosechas. Especialmente el frío que resulta el más perjudicial.
El frío supone el principal inhibidor en el desarrollo de las hortalizas en particular y de las no leñosas en general. Esto es debido a que por debajo de los 0 grados el agua se congela y las plantas que no disponen de un tallo leñoso muere por lo general.

Por este motivo las heladas son tan temidas para todos los propietarios de un bosque comestible ya que son capaces de acabar con toda una plantación en un solo día.

Los periodos de máximo riesgo se sitúa a finales de otoño durante el invierno y a principios de primavera. Las regiones que mayor número de días están afectadas por las heladas son aquellas que se encuentran más cerca de los polos o poseen un clima más continental.

La protección contra las bajas temperaturas no difiere a grandes rasgos de la utilizada contra la acción del granizo o la nieve. Resultando indispensable que exista una cobertura vegetal más resistente. Un techado o al menos una extructura que cubra las plantas.

Plantas a las que les gusta el frío:

A pesar de ello algunas hortalizas necesitan el frío para dar unos productos adecuados cómo es el caso de las coles, el brócoli o los puerros.

Plantas para el Calor y el Sol
Plantas para el Calor y Sol: Tomates, Lechuga, Calabacín, Calabaza, Berenjena, Pimientos, etc

El calor y las plantas:

En el otro extremo se encuentran las altas temperaturas extenuantes del verano que perjudican a ciertas hortalizas y benefician a otras.

Nuestras plantas deben ser cultivadas en los lugares más frescos del huerto. Incluso bajo la sombra de un árbol u otra hortaliza de mayor tamaño.

Los problemas surgen porque el vegetal no es capaz de soportar la deshidratación. En determinados casos el calor y luz excesivos, provocan la subida prematura de la flor. Ésto es consecuencia derivada muy común entre las hortalizas de hoja como la lechuga las acelgas o las espinacas.

Además de la temperatra, otras cosas a tener en cuenta:

La Luz en el diseño de los bosques comestibles

La luz y las plantas o luminosidad como factor limitante en el diseño de los bosques comestibles:

La intensidad de los rayos solares y la duración de los días son factores que influyen decisivamente en el desarrollo de las plantas. Ya sea en el crecimiento de tallos y hojas, o en la maduración de los frutos así como en el inicio de la floración.

La Luz y su influencia en el crecimiento de las Plantas:

Las plantas extraen la energía necesaria de la luz para llevar a cabo sus procesos vitales y es tan importante que sin ella son incapaces de desarrollarse.

En términos generales,  es necesario considerar que cualquier elemento que produzca sombra en el huerto es contraproducente para la obtención de una buena cosecha.

Los árboles de sombra por descontado han de ser evitados por regla General. Al menos en las zonas dónde pensamos cultivar tendremos que tener en cuenta reducir su densidad. Debemos valorar su porte final para estructurar de manera adecuada el futro de nuestro Bosque Comestible.

Si no disponemos de suficiente espacio y queremos cultivar hortalizas habremos de orientar los bancales y surcos hacia el sur. En ella el sol está presente mayor número de horas.

La Luz y los árboles:

Los frutales deben estar situados normalmente en los límites del huerto. Dejando suficiente espacio para el resto de estratos de nuestro bosque comestible.

Todo este planteamiento depende al mismo tiempo del clima de la zona ya que la radiación del sol influye de manera directa en el aumento de la temperatura y en la evaporación del agua.

En el caso concreto de un lugar excesivamente caluroso, donde las temperaturas suben demasiado, puede ser necesaria la sombra. Al menos durante las horas del mediodía.

A tal efecto es conveniente que instalemos una cubierta ligera.

Aunque lo ideal es plantear desde el principio una plantación lógica. Con vegetales de porte arboreo y/o arbustivo qué protejan otros cultivos más delicados de los efectos negativos de la climatología del lugar.

Rueda solar:

Es importante a la hora de Diseñar una Reforestación estudiar y tomar nota de una serie de datos esenciales para una buena planificación.

Conocer las Temperaturas máximas y mínimas anuales. Y no sólo del último año, es importante contar con una serie que se remonte al menos 15 o 20 años atrás.

Tener una idea de los horarios de salida y puesta del Sol durante las distintas épocas del año es otro factor decisivo.

El número de heladas, nevadas, temporales, etc. Con todos esos datos hacernos una rueda en la que sabiendo la orientación de la parcela podamos ubicar cada planta.

La idea es basicamente sombrear en Verano y solear en Invierno. Proteger de los vientos dominantes y que unas plantas protejan a otras sin llegar a estorbarse.

Además de la Luz, a nuestro Bosque le afecta:

 

Influencia del clima | Bosques Comestibles

En la región donde esté situado tu reforestación o tu huerto, existen una serie de características definitorias de un tipo de climatología determinada.

Ya sea la humedad,  calor o frío que sin lugar a dudas influyen e  influirán en el crecimiento y desarrollo de las plantas, hortalizas y árboles que vayas a cultivar.

Clima en el diseño de los Bosques

Factores y Problemas Medioambientales a tener en cuenta:

La variación de la temperatura al igual que grado de humedad y Luminosidad resultan de enorme importancia en el ciclo de la vida de cada especie vegetal. Y como es lógico están directamente relacionados con el clima de cada región.
En consecuencia, para luchar contra la de forestación, es básico tener presente los distintos parámetros y cambios que el terreno sufre a lo largo del año para de este modo poder ajustar las etapas de desarrollo de cada árbol y  nuestras hortalizas cultivadas a las características propias de la zona.
En definitiva la siembra, el riego, la recolección o cualquier tipo de labor que realicemos en el huerto o bosque comestible estarán limitados por la duración de las estaciones y sus peculiaridades inherentes.

Educación Ambiental para protección del medio ambiente:

Por eso, es preciso ver cada uno de estos factores por separado siendo preciso acomodarse a la Ecologia del lugar. Contando con la abundancia de precipitaciones, las oscilaciones termicas y la cantidad de luz del sol que puede proporcionar.

Por último no conviene olvidar que en ocasiones, y sin posibilidad de prevenirlos pueden darse una serie de condiciones climáticas adversas.

Éstas pueden provocar situaciones perjudiciales en el desarrollo de los árboles y otras plantas como es el caso del viento la nieve o el granizo.

Debemos ser capaces de poder prever estas situaciones y actuar en consecuencia. Anticipandonos en la medida de lo posible a todos estos factores limitantes mediante el uso de especies complementarias, cobertura en el suelo, árboles para el dosel y todas las demás iniciativas que se nos ocurran.

La idea es darle la vuelta a esos factores limitantes para proteger las plantas y animales con los que compartimos el bosque de alimentos.